El parque del museo Chillida-Leku es fruto de la fusión del parque romántico trazado en el siglo XIX y de un gran prado destinado tradicionalmente a la alimentación de ganado.
La extensión natural de los caminos del parque romántico hacia el prado y el cuidado emplazamiento de las esculturas son los elementos utilizados para la fusión. Las esculturas crean perspectivas cruzadas entre los dos sectores ensamblándolos discretamente.

PABELLÓN DE ACCESO, 1997
Finalizados la rehabilitación del caserío y el parque y ante la próxima apertura del museo se planteó la necesidad de un edificio de acogida al público. Mantener un carácter propio sin interferir ni con el caserío ni con el parque fue la premisa básica del proyecto.